lunes, 22 de octubre de 2007

Visita Oficial


Lleva dos dos días el centro de la ciudad con una actividad fuera de lo normal.

Los operarios con chalecos fluorescentes están por todos lados: repintan de rojo y blanco los bordillos de las aceras, pintan de blanco impoluto los pasos de peatones, marcan las líneas contínuas o discontínuas de las vías de circulación, etc.

Todo esto tiene una explicación, y es que hoy o mañana, no estoy segura, viene a Tánger el recién divorciado presidente de Francia.

Toda la ciudad, y las carreteras de acceso a Táger están engalanadas con enormes banderas de los dos países para dar la bienvenida a Sarkozy, y otra cosa no, pero el despliegue decorativo les encanta a los marroquís, con lo que está la ciudad que parece una feria.

Lo que resulta incríble, es como los pobres operarios municipales se juegan la vida por tener todo listo para cuando llegue el presidente, y es que los pobres, se crean en medio de una avenida una pequeña isleta rodeada de conos rojos y ahí en medio, si más señales ni medios físicos que los protejan, se ponen a pintar. Tiene mérito, porque como ya conté, la forma de circular aquí es un poco caótica, y no se yo si al final de la jornada no acabarán tres en su casa y tres en el hospital.

Me imagino que el presidente pasará por delante de mi casa así que estaré pendiente, porque supongo que será digno de ver, teniendo en cuenta toda la parafernalia desplegada.

Os pongo foto ilustrativa de las banderas.

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