martes, 18 de diciembre de 2007

Visita

¡Por fin vino a vernos un amigo!
El puente de diciembre vinieron a casa nuestros amigos Pachi y Bea con su hijo Pablo, de poco más de una año. Qué alegría da que vengan a verte los amigos o la familia, sobre todo a mí que estoy cada día más hurona, todo el día metida en casa.

Hicimos la visita de Tánger, un poco de shopping (aunque Bea no es muy compradora que digamos, con lo compulsa que yo soy en este tema), el te en el Café Haffa, la panorámica de la costa con las cuevas de Hércules, y como no una visita a Asilah, pueblo bonito y limpio donde los haya.

Pues creo que lo pasaron bien, aunque en el día de regreso hubo movida en el puerto, porque había una bulla de gente impresionante y casi pierden el barco.
El sábado, cuando fuimos a Asilah, dimos un paseo, fuimos a un restaurante estupendo y después fuimos de compras.

De regreso en la medina para hacer las compras, nos tropezamos con un hombre que llevaba un mono amaestrado. Bertita, que iba a hombros de su padre, se puso como loca que quería una foto con el mono. Aquí os muestro el resultado de la experiencia. La verdad es que me ha venido muy bien, porque tanto Pepe como la niña estaban dando la tabarra con que querían un mono, pero después de la experiencia creo que se han convencido de que no es la mejor idea tener un mono en un piso. Vamos, que entra una mona y esta que está aquí coge las maletas.

Pues eso, que nos encanta recibir visita, así que animaros y para el año nuevo proponeos venir a vernos, manque sea un fin de semana.

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