El otro día fue el cumpleaños de Pepe. Para celebrar sus cuarenta añitos fuimos a comer al Royal Mirage, hotel de cinco estrellas maravilloso que hay en las afuera de Tánger.
Estuvimos muy a gusto, y la comida fue buena (unas puntillitas a la plancha buenísimas). Las vistas al mar maravillosas, y lo único que desentonaba un poco era un chuchillo andando por allí como por su casa. Cuando pagamos la comida le pregunte al maitre que qué hacía ese perro ahí, y me dijo que era de la casa y que se llamaba Lolita.
Por la noche organicé una fiestecita sorpresa en casa, solo con unos pocos de amigos. Pepe no se esperaba nada y le hizo mucha ilusión. Lo pasamos en grande. La noche terminó bailando la canción de los payasos de la tele “si toco la trompeta, tara, tara, tareta…”
2 comentarios:
Muakkkk! un beso gordo para tí Berta. Un abrazo para Bertita y un achuchón para el señor de la casa.
Feliz cumpleaños Pepeeeee. ¡Qué alegría que des noticias! Por aquí van amainando las emociones dramáticas. Aunque siempre pasa algo, çe la vie.
Os recuerdo con mucho cariño. Veo la foto de Pepe en la cocina y te imagino preparándole la sorpresa, colgando las letras, comprando en algún animado mercado algo rico para la fiesta.
Otro beso Berta.
Se ve que lo cuidas bien, a tu Pepe. Se le ve joven y contento, no parece que tenga 40, casi ni siquiera treinta y nueve. Deben ser los aires del estrecho.
A ver si un dia de estos voy a que me asombreis con el marisco.
Besos y feliz cumple para el patriarca.
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