
Tenemos una pandilla de españoles con la que los domingos nos vamos al bosque diplomático (entre Tanger y Asilah) de barbacoa.
El plan es estupendo, porque nos reunimos unos pocos de matrimonios con niños y nos ponemos bocabajo de comer y beber. El grupo esta súper organizado, y llevan sillas y mesas, leña, parrillas, neveras, vaya, que no falta un detalle, hasta termos con café y leche para después de comer.
Los niños se pasan todo el día jugando y además casi todos son amigos del colegio, por lo que a Berta no le ha costado nada integrarse y le encanta el plan campestre.
Estamos conociendo por fin (todo llega) a gente muy interesante, y lo que es mejor, creando una pandilla para que la niña este con otros niños españoles, que a la pobre también le hacía falta.
Este domingo han asado un cordero entero, en plan Asterix y Obelix, que estaba para chuparse los dedos, auténtica ambrosía. (La foto es del momento del asado).
Lo mejor es que cuando llegue el buen tiempo, la cosa se amplia al fin de semana, y se llevan las tiendas de campaña para pasar la noche del sábado también, así que cuando vayamos a Sevilla tenemos que comprar el equipo completo para participar de las acampadas. Lo próximo será el manual de los jóvenes castores. Quien me iba a mi a decir que a la vejez me iba a gustar ir de acampada. Ver para creer.
El plan es estupendo, porque nos reunimos unos pocos de matrimonios con niños y nos ponemos bocabajo de comer y beber. El grupo esta súper organizado, y llevan sillas y mesas, leña, parrillas, neveras, vaya, que no falta un detalle, hasta termos con café y leche para después de comer.
Los niños se pasan todo el día jugando y además casi todos son amigos del colegio, por lo que a Berta no le ha costado nada integrarse y le encanta el plan campestre.
Estamos conociendo por fin (todo llega) a gente muy interesante, y lo que es mejor, creando una pandilla para que la niña este con otros niños españoles, que a la pobre también le hacía falta.
Este domingo han asado un cordero entero, en plan Asterix y Obelix, que estaba para chuparse los dedos, auténtica ambrosía. (La foto es del momento del asado).
Lo mejor es que cuando llegue el buen tiempo, la cosa se amplia al fin de semana, y se llevan las tiendas de campaña para pasar la noche del sábado también, así que cuando vayamos a Sevilla tenemos que comprar el equipo completo para participar de las acampadas. Lo próximo será el manual de los jóvenes castores. Quien me iba a mi a decir que a la vejez me iba a gustar ir de acampada. Ver para creer.